
Pues eso, como se suele decir “APRIETA, PERO NO AHOGA”, aunque muchas, muchas veces, a mí (que no me escuchen mis maestros de Yoga), alguna vez (o dos, o diez), me hubiera gustado ahogar a algun@ cuando me decían: “Y tú para cuándo???, que se te va a pasar el arroz”
Perdona ¿??? ¡!!! Pues nada mi primer churumbel más allá de los treinta y largos, ahí es nada, (yo ayudando a subir el baremo de las estadísticas), sí, pero para que tod@s me entiendan, es que mi arroz era integral y ecológico y claro tarda un poquito más en hacerse.
Y el segundo … ya no digo lo que tardó en venir que sumáis y me quiero quedar en la treintena pa siempre.
Ahora en serio, la preguntita de rigor es, muchas veces, dolorosa, porque, aunque la hagas desde el cariño y la curiosidad “sana”, puedes remover mucho a la otra persona, por ese anhelo o deseo no cumplido, por lo que sea (porque no puede, porque haya tenido pérdidas, o simplemente porque no quiera o no sea el momento), pero tener que responder a la preguntita una y otra vez es, cuanto menos, una lata por decirlo finamente.
Os propongo una respuesta con una sonrisa de oreja a oreja:
“Y a ti que te importa?” te aseguro que nunca, nunca más te volverá a preguntar.