La vida en la gran ciudad nos llena de actividades mundanas, mil cosas que hacer, siempre con prisas, pegados todo el día al móvil y las redes, al final, el tiempo para nuestros hijos está cada vez más limitado. .
Hacer Yoga juntos nos ayuda a “parar”, desconectar, mirarnos a los ojos, sentir la respiración de nuestros hijos y que ellos escuchen nuestro corazón, vernos, mirarnos, sentirnos, conectar de verdad, vivirnos. .
En una clase de Yoga en Familia cabe todo … CUENTOS, JUEGOS, MÚSICA, BAILE, RISAS …. y a través de todo ello se practica la presencia, la comunicación, la empatía y la colaboración y se desarrolla tanto en el niño como en el adulto la imaginación, la atención, la concentración, el equilibrio, la flexibilidad y el mundo de las emociones. .
Es en definitiva un espacio para crecer juntos en armonía.
Estoy deseando poner en práctica todo lo aprendido en el Training de Rainbowkidsyoga la semana pasada.