La maternidad te enfrente a ti misma, a lo que eres, a quién eres en realidad, a tu propia esencia, pero a veces, la vida cargada de quehaceres y actividades infinitas te anula, y te aleja de ese momento, de esa oportunidad tan increíble de autoconocimiento, date permisos y no dejes de aprovecharla, es pura transformación.

Empiezo esta serie de reflexiones sobre la MATERNIDAD y la CRIANZA, donde la perfección no existe, donde todo es como es y casi nada es bucólico, pero eso sí, es auténtico, porque parte de mi propia experiencia, la que me ha hecho dedicarme a lo que me dedico y me ha dado, si acaso, una mirada especial, pero sobre todo propia, espero que os sirva de algún modo.

Aviso, no soy una gran escritora, y además no soy la mejor madre del mundo (a veces, como todas, me siento de mediocre a mala madre), no soy una mujer de bandera, no soy una profe de YOGA flexible hasta el infinito y más allá (a veces mi ego me hace intentarlo, pero no me sale, y entonces trabajo sobre el ego) y no soy una crack en esto de las redes sociales, solo soy YO, dejando a un lado ese ego, sólo soy una mujer que debajo de todas esas etiquetas respira y anhela sentirse ella misma, sin tapujos, con experiencias contradictorias en esto tan increíble que es la MATERNIDAD.

Hago estas reflexiones también como herramienta para mí misma, hacia esa búsqueda de mi esencia, para escucharme y sobre todo para quererme, y desde ahí ser un poquito mejor madre, mujer y en definitiva ser humano.

Bienvenidas mamás y mujeres del mundo !!!!

Os invito a recorrer este camino juntas, aprendiendo a conocernos mejor para CRECER como MADRES, MUJERES Y SERES HUMANOS.

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